¿Qué hacer cuando te desenamoras de tu salón de belleza, o spa?

Ser propietario de un salón de belleza o spa no es siempre fácil. De hecho, se trata de un camino lleno de éxitos y fracasos, altibajos, satisfacciones y decepciones.

La dura labor de gestionarlo de la mejor forma requiere tenacidad, capacidad de liderazgo, determinación y conocimientos. Eso lleva a veces al desánimo del propietario que, en lugar de querer su negocio con toda su alma, acaba desenamorándose del mismo.

Cuando te desenamoras de tu salón de belleza, cualquier obstáculo se hace más grande y la mínima interferencia puede tener como resultado el deseo de dejarlo.

¿Sabes cuál es el peligro más grande de esta situación? Si tú no amas tu negocio, no puedes esperarte que tus empleados lo hagan. Así que, si te sientes negativo acabaras transmitiendo esa negatividad a todo el equipo.

A continuación te enseñaremos la importancia de seguir amando lo que haces y lo que has construido, así como las posibles soluciones que tienes a disposición para volver a enamorarte de tu proyecto.

1) Si tú no lo haces…ellos tampoco: Se trata de un concepto muy simple. Si no amas tu negocio, los empleados no amarán trabajar para ti. Nadie experimenta ilusión, inspiración y satisfacción cuando el líder se siente un desgraciado. El propietario de un negocio suele echar la culpa justo a sus empleados cuando las cosas no marchan en la dirección correcta. Al revés, los empleados echan la culpa al propietario si no se sienten realizados. Aquí es dónde volver a enamorarse de tu proyecto empresarial se hace necesario. La continua “falta de amor” provocará pronto una irreparable fisura que acabará con tu negocio.

2) El camino al desamor: Hay situaciones que llevan muy fácilmente al desamor para el proprio negocio. El abandono de valiosos miembros de tu equipo, una situación financiera difícil o el incumplimiento de tus objetivos pueden jugar un rol determinante. Todas estas situaciones son estresantes y pueden afectar no sólo a tu ámbito laboral, sino también a nivel personal. Si estas situaciones no te permiten seguir adelante, buscar la ayuda de un coach puede ser una buena idea. A veces, una persona que te pueda indicar el camino correcto es lo mejor que puedas encontrar.

3) Volver a enamorarse: La manera más eficaz de volver a enamorarse de tu negocio es crear un nuevo camino, que te lleve a una nueva y mejor realidad. Redefinir el destino, volver a tomar el control de la situación y mejorar la relación con tu equipo, son pasos fundamentales. Es increíble el cambio que puedes experimentar cuando vuelves a sentirte parte de algo importante. Tu deseo de dejarlo todo atrás se convierte en el deseo de ver crecer tu empresa. Experimentarlo es lo mejor que te pueda pasar, ya que valorarás mucho más lo que has sido capaz de construir.

4) Seguir el camino correcto: Es muy fácil volver a la negatividad de antes, cuando tienes que enfrentarte a una dificultad. Una empresa necesita progresar constantemente. Si llegas al punto de tolerar lo que no te gusta de tu empresa, acabarás sin duda desenamorándote de ella. Si, de lo contrario, tu actitud sigue positiva y eres capaz de tomar decisiones importantes para que el proyecto crezca, volverás a enamorarte. Se trata de un mecanismo muy sencillo y eficaz: dalo todo para tu negocio y sentirás la pasión fluir en tus venas.

Aquí va nuestro desafío semanal: si crees no sentir más amor para tu negocio, vuelve a leer los cuatro puntos de este artículo. Haz un listado de las cosas que no te gustan actualmente de tu empresa. Reflexiona sobre las causas que te han llevado al desamor.

Al final, escribe todas las acciones que, según tú, podrían ayudarte a mejorar la situación. Esas acciones son las que componen tu nuevo camino. Lo único que te queda por hacer es luchar, volver a darlo todo y sentir, poco a poco, como la ilusión vuelve a ser parte de tus pensamientos. ¿Estás listo para el cambio?

Cómo aumentar la productividad de tu salón de belleza en seis pasos

¿Crees que tu salón de belleza no sea tan productivo como tendría que ser? Esta frustración es bastante frecuente en este sector. Alcanzar el famoso 85% de productividad no es tan fácil.

En este artículo encontrarás 6 estrategias que podrían ayudarte a conseguirlo, sin necesidad de recurrir a decisiones drásticas. Sin embargo, si tu nivel de productividad es más bajo que el 40%, es posible que tengas que plantearte cambios mucho más decisivos. Evaluar la situación está en tus manos.

1) Intenta retener el 75%-80% de los nuevos clientes

Un salón de belleza retiene en promedio un 30% de los nuevos clientes. Imagínate la situación si en lugar de ese 30% fueras capaz de retener un 80%-90% de los nuevos clientes. El nivel de productividad se dispararía a coste cero.

Muchos propietarios de salones de belleza no entienden todavía que la retención de clientes es la técnica más poderosa para mejorar la productividad. Trabaja constantemente en las estrategias que te permitan retener los nuevos clientes y verás los resultados.

2) Aumenta la frecuencia de visitas de los clientes a tu salón

En un salón de belleza, hay que crear las condiciones para que los clientes acudan con más frecuencia. Fijar una nueva cita en la fase de checkout, campañas e-mails y llamadas de cortesía son solo algunas de las técnicas más eficaces para aumentar la frecuencia de visitas de los antiguos clientes.

Piensa en las ventajas de conseguir que un cliente visite tu salón 6 veces al año, en lugar de 4. La productividad crecería y en consecuencia los ingresos. Transmite a los miembros de tu equipo la importancia de recomendar a los clientes una nueva visita en tiempos breves y verás los resultados.

3) Distribuye la carga de trabajo entre todos los empleados y recompensa el trabajo en equipo

Muchos salones de belleza sufren baja productividad, porque no son capaces de distribuir la carga de trabajo entre todos los miembros del equipo. Puede que tus clientes se sientan más cómodos si atendidos por su estilista de confianza; sin embargo, esta práctica lleva consigo una consecuencia negativa: algunos estilistas tendrán demasiado trabajo, mientras que otros no sabrán como ocupar su tiempo. Hay que educar a los clientes para que acepten recibir el servicio de parte de diferentes miembros del equipo. De esa manera, la carga de trabajo se compartirá de forma equilibrada entre todos y la productividad crecerá.

Siempre hay que tomar en cuenta la importancia de trabajar en equipo: lo que no puedo hacer yo en ese momento, lo puede hacer mi compañero de trabajo. Recompensar el esfuerzo común es la técnica más eficaz para difundir esta cultura de trabajo en equipo en tu salón.

4) Facilita formación a tu equipo de forma constante

Un estilista necesita recibir formación de forma constante. Sus conocimientos tienen un impacto directo sobre la productividad de tu salón de belleza. Cuanto más sabe, mejor podrá atender a los clientes y mejores resultados obtendrá. Un buen programa de formación no solo significa tener un equipo preparado, sino también aumentar la productividad del negocio.

Al mismo tiempo, como propietario de tu salón de belleza es importante que transmitas la idea que la formación es un elemento fundamental del desarrollo profesional de un estilista. Tú mismo tendrías que seguir formándote, dando el buen ejemplo a tus empleados.

5) Adopta un sistema de ventas

Un bajo nivel de productividad es el resultado también de una venta escasa. Aconsejar servicios adicionales a tus clientes, es un punto fundamental de la estrategia. No importa lo que el cliente pida; intenta siempre aconsejar servicios adicionales que podrían beneficiarle.

Aconsejar un tratamiento en particular, vender un producto que pueda ayudar el cliente a solucionar un problema, es la mejor forma de aumentar la productividad. Un empleado que sepa cómo vender, qué vender y en qué momento, es el activo más precioso que puedas tener.

6) Establece un plan de marketing completo

Otro punto importante de tu estrategia tiene que ver con el plan de marketing. Un buen plan de marketing es el motor que lleva adelante tu empresa. Si no lo tienes, es muy probable que la productividad de tu salón de belleza esté sufriendo. El plan tendría que incluir un calendario y un presupuesto para todas las promociones de temporada, un plan de eventos, una estrategia en redes sociales, una estrategia de posicionamiento SEO, un plan de publicidad en prensa etc.

No subestimes la importancia de una estrategia de marketing online. Si no la has tomado en cuenta hasta este momento, es probable que tu competencia sí lo haya hecho, y podría fácilmente tomar demasiada ventaja.

Conclusión

Es posible que algunas de estas estrategias den resultados inmediatos, y otras necesiten más tiempo para ser eficaces. En todo caso, si las sigues, no tardarás mucho tiempo en darte cuenta que aumentar la productividad de tu salón de belleza solo está en tus manos.

6 razones por las que ser propietario de un salón de belleza, o spa, es fantástico

Si eres propietario de un salón de belleza, o spa, sabrás que tener un negocio significa mucho más que gestionarlo, ocuparse de las cuentas, contratar y despedir empleados, etc. No se trata solo de hacer dinero.

Ser propietario de un salón de belleza, o spa, significa también encontrarse con obstáculos en el camino, tomar decisiones difíciles, sobrevivir a momentos de crisis. A veces las cosas van bien y otras veces mal; eso es inevitable.

Tener un negocio es duro

Ser propietario de un negocio es un desafío constante. El éxito lo obtienen solo las personas con la capacidad de sobrevivir, adaptarse y ser tenaces.

Sin embargo, emprender es una experiencia emocionante y satisfactoria. En este artículo te mostraremos 6 razones por las que ser propietario de un salón de belleza, o spa, a pesar de ser duro, vale verdaderamente la pena.

1) Perseguir tu visión: Convertir una idea en un negocio es algo extraordinario. La posibilidad de perseguir tu visión personal te hace sentir orgulloso de lo que haces y creas cada día. A lo largo del tiempo, esa visión se refina aún más, y la determinación de perseguirla se hace más grande. Tu negocio representa lo que tú eres y tu visión es lo que hace tu empresa única. Perseguir tu visión es, por así decirlo, tu propósito principal. Sólo un emprendedor puede entender la emoción y el orgullo que eso conlleva.

2) Descubrir tu potencial: Un negocio propio te permite testear tus habilidades y tu capacidad de solucionar los problemas; pone a prueba tu capacidad de liderazgo, de inspirar a los demás, de crear sistemas de trabajo y un sinfín de otras cosas. Gestionar un negocio propio significa sin dudas descubrir tu potencial en todos los aspectos.

3) Descubrir el potencial de los demás: Una de las cosas más bonitas de ser propietario de un negocio es la de tener la posibilidad de ayudar a los demás a descubrir su potencial. El entusiasmo en los ojos de los miembros de tu equipo cuando le transmites información, o le enseñas lo que tu experiencia te ha enseñado a lo largo del tiempo, no tiene precio. Ver a tus empleados crecer junto a ti, y ser parte de ese crecimiento, es un gran privilegio.

4) Hacer la diferencia: Ser propietario de un salón de belleza, o spa, significa tener la posibilidad de “hacer la diferencia”. Cuando creas tu negocio, tienes la libertad de establecer tus reglas y tu forma de trabajar. Puedes crear algo único, y ser una inspiración también para otras personas. Puede tratarse de tus clientes, o de tus colaboradores…hacer la diferencia en la vida de otras personas es la clave de cada negocio de éxito. Un negocio que solo piensa en generar dinero, no tiene alma.

5) Crear valor: Cuando eres capaz de convertir tu idea en un negocio que funciona, estás creando valor. Como emprendedor, los años de duro trabajo comportan siempre una recompensa. Si eso no tuviera que pasar, tendrías que plantearte un cambio en tu forma de gestionar el negocio. Como en cualquier otra profesión, crear valor tiene que ver con aprender constantemente y mantenerse al día, pero también amar lo que haces y sentirte orgulloso de lo que has creado.

6) Tener libertad: Ser propietario de un negocio significa tener la libertad de perseguir tus sueños y crear la realidad en la que quieres vivir. A pesar de las dificultades, si eres el capitán de tu barco tienes la posibilidad de llevarlo dónde tu quieras. Es cierto que esa libertad comporta un alto nivel de responsabilidad, pero esa misma responsabilidad es la que cada emprendedor tendría que amar con todas sus fuerzas. Si al ser emprendedor no sientes que eres libre, tendrías que plantearte si de verdad es lo que quieres.

Por finir, te proponemos un desafío: tómate un momento de tiempo y escribe en un papel seis razones personales por las que ser propietario de un salón de belleza, o spa, es fantástico para ti. Al tener claras esas razones, cada día agradecerás el hecho de haber decidido montar tu propio negocio.