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¿Estás preparado para hacer crecer tu salón de belleza, o spa?

Si eres propietario de un salón de belleza, o spa, seguramente tendrás una visión muy precisa de los resultados que quieres alcanzar en los próximos años. Hacer crecer tu salón de belleza es antes de todo una cuestión de visión: ¿Qué metas quieres alcanzar? ¿Qué resultados te esperas?

Alcanzar el crecimiento que te has planteado tiene que ver sobre todo con tu actitud. En este artículo te enseñaremos cuatro preguntas que te harán reflexionar y te permitirán contestar a la cuestión: “¿Estoy preparado para hacer crecer mi salón de belleza? Vamos a verlas a continuación.

1) ¿Tu capacidad de liderazgo está creciendo al mismo ritmo de tu salón?

Liderar un pequeño salón de belleza, no es lo mismo que gestionar y liderar uno grande. Dicho eso, es fácil entender que tu capacidad de liderazgo tiene que desarrollarse al mismo ritmo que tu salón. ¿Estás listo para aceptar el reto? ¿Estás preparado para salir de tu zona de confort y tomar decisiones difíciles? Muchos propietarios de salones de belleza se quedan estancados y no consiguen cambiar su visión y actitud frente a los cambios. Si quieres que tu negocio crezca, tienes que crecer junto a él.

2) ¿Estás planeando el futuro de tu salón de belleza, o spa?

Los salones de éxito siempre planean su futuro. Pensar que el crecimiento sea algo natural, que vendrá por si solo tarde o temprano, es un error. Si no tienes una idea clara de los pasos a seguir para hacer crecer tu salón, es muy difícil que lo logres. La clave está en individualizar todos los riesgos, y las oportunidades, con antelación. Si no te has parado nunca en pensar cómo será tu salón en los próximos treinta días, seis meses o un año, te falta un plan.

3) ¿Eres capaz de delegar y evitar estar siempre involucrado en todo?

Uno de los errores más frecuentes de algunos propietarios es el de querer estar involucrados en todas las pequeñas decisiones del salón. Para conseguir un crecimiento importante, tienes que aprender a delegar. No tienes la capacidad física y psicológica para gestionar cada pequeño detalle. Aquí es dónde se requiere confianza. Si no confías en nadie, olvídate el gran crecimiento que te esperas (y te mereces).

4) ¿Estás desarrollando tu capacidad de gestión financiera?

Sin una correcta y eficaz gestión financiera, tu salón de belleza difícilmente conseguirá crecer al ritmo que te has planteado. Muchos salones viven bajo la constante amenaza de enfrentarse a una crisis financiera. ¿Sabes a qué se debe eso? Se debe a la falta de competencias técnicas de su líder. Si quieres lograr un importante crecimiento, construye un sistema financiero sólido.

Por finir, el nivel de crecimiento de tu salón depende también de tu capacidad de pensar en grande. ¿Qué meta quieres lograr en los próximos cinco años? ¿Cómo será tu salón dentro de diez años? ¿Lo tienes claro?

Si lo tienes claro, empieza a trabajar para lograrlo. ¡El éxito es algo que solo tú puedes conseguir, pero solo si empiezas a pensar de la forma correcta!

Clientes que no respetan su cita: ¿cómo evitarlo?

¿Alguna vez te has encontrado en la siguiente situación?

Estás entusiasmado por el sábado que viene: tu libro de citas está casi lleno. Se prospecta un día de trabajo intenso, pero muy rentable. Sin embargo, algo empieza a ir mal. El primer cliente no acude a la cita programada, luego otro cliente una hora más tarde decide no aparecer. La situación se repite varias veces a lo largo de todo el día.

Al momento del cierre te das cuenta que más de 300 euros de beneficios se han esfumado. La moral de tu equipo es baja, se busca un culpable pero, ¿quién es realmente culpable en una situación así?

Los efectos de este fenómeno tienen un impacto muy grande no sólo en la moral, sino a nivel financiero. ¿Qué hacer si este escenario sigue verificándose en continuación? ¿Cómo podemos evitar el problema de los clientes que no respetan su cita?

1) Pon orden en tu salón: Empieza haciendo un examen de conciencia. ¿Qué nivel de calidad estás ofreciendo a tus clientes? ¿Has creado un ambiente de trabajo demasiado informal, dónde el cliente se siente en derecho de no respetar su cita? La experiencia que tienes que crear es altamente profesional; sólo de esa forma tus clientes considerarán con mucha menos frecuencia de no acudir a la cita.

2) Enseña a tus clientes tú política de servicio: Un cliente fidelizado suele ser más cuidadoso cuando se trata de atenerse a tu política de servicio. Eso implica, por ejemplo, que todas las citas se tienen que respetar. Aquí entra en juego también el respeto por tu trabajo.

Sin embargo, cuando se trata de nuevos clientes, la situación se hace un poco más complicada. Asegúrate que todos los nuevos clientes conozcan tu política de servicio y la sigan al pie de la letra. Hay que ser muy claros en tema de expectativas. Si un cliente no puede acudir tiene que avisar con antelación; ¡así de fácil!

3) Mantén tu base de datos de clientes al día: Actualizar la base de datos de clientes con su número de teléfono fijo, móvil y su e-mail es extremadamente importante. Al mismo tiempo, ¡anímales a que te sigan en las redes sociales! Cuantas más formas de contactarlos tengas a tu disposición, más posibilidades tendrás de obtener una confirmación de la cita concertada.

4) Un sistema de trabajo crea consistencia: Tener un sistema claro de cómo los clientes pueden pedir y confirmar una cita es una buena estrategia. Así es cómo tendría que funcionar este sistema de forma indicativa

a) Solicitud de confirmación automática por email o SMS 3 días antes de la cita
b) Solicitud de confirmación por teléfono para los clientes que no hayan confirmado ya por e-mail o a través de otro medio de contacto
c) Lista de clientes que no ha sido posible contactar por teléfono, y sucesiva búsqueda de los mismos a través de redes sociales o cualquier otro medio a disposición
d) Última confirmación de cita por SMS el día antes

5) Pide un depósito: Esta es una estrategia que puede ser peligrosa en algunos casos, así que está en ti evaluar si de verdad necesitas implementarla. Para evitar que el cliente no acuda a su cita, puedes pedir que deje un depósito y que lo pierda en el caso de no acudir a su cita sin avisar con antelación.

Sin embargo, si decides implementar esta estrategia, atente a ella. No hay nada peor que un negocio que fija reglas y las paso por alto.

6) Enfréntate al cliente malo: Si hay un cliente que sigue sin respetar sus citas, la mejor manera de evitar el problema es no permitirle reservarla en futuro. Suena un poco duro, pero es la única manera de proteger tus intereses. El cliente siempre será bienvenido en horarios de baja afluencia al salón, pero no podrá reservar hora como los demás.

Podrías pensar que hay una posibilidad de que el cliente decida no acudir más al salón, pero, ¿de verdad necesitas un cliente así?

Acabamos invitándote una vez más a calcular el beneficio perdido por culpa de clientes que no han acudido a su cita, en los últimos seis meses. Ahora que tienes ese número bajo tus ojos, ¿no crees haya llegado la hora de ponerle remedio a esta situación?

¿Los objetivos de tu salón son los objetivos de todo tu equipo?

En la mayoría de los casos, los empleados de un salón de belleza se preocupan únicamente de sus objetivos personales. Hacen el trabajo y miran sus números. Algunos se esfuerzan para conseguir sus objetivos, otros no pretenden demasiado de sí mismos.

A pesar de ello, en un salón de belleza lo más importante son los objetivos generales, y no los objetivos individuales. Que haya empleados que hagan de todo para alcanzar sus metas es positivo, pero si no consideran importante alcanzar los objetivos generales del salón, algo va mal.

En un deporte de equipo el objetivo principal es conseguir el premio final y ganar la liga. Cuanto mejor sea el trabajo en equipo, mejores serán los resultados que se pueden alcanzar.
Es cierto que cada miembro del equipo intentará mejorar su rendimiento personal, pero todos tienen que ganar: el éxito es algo que se consigue entre todos.

En un salón de belleza el mecanismo es igual: jugamos en equipo para ganar en equipo, que para un negocio se traduce en alcanzar un cierto nivel de beneficio cada mes.

Señales que indican que tu salón de belleza es un negocio ganador

1) Los 12 meses del año se corresponden a 12 objetivos financieros que tenemos que alcanzar. La meta principal es la de alcanzarlos, o superarlos, mes tras mes.
2) Si tu salón de belleza consigue sus objetivos por lo menos durante ocho o nueve meses al año, su salud financiera se verá asegurada
3) Alcanza los objetivos durante 10 u 11 meses al año, y los resultados serán extraordinarios.
4) Alcanza los objetivos durante 12 meses al año, y ganarás la liga

Señales que indican que tu salón de belleza está destinado a perder

1) Si tu salón no alcanza sus objetivos durante siete meses al año, es muy evidente que exista un problema de gestión, o liderazgo. Algunos de tus empleados están esforzándose para responder a tus expectativas, mientras que a otros no les importa mucho su contribución
2) No alcanzar los objetivos durante 8, 9 o 10 meses al año es una clara señal que indica que tu negocio está en crisis, bajo un punto de vista cultural y financiero. En esta situación se requiere un cambio radical.
3) No alcanzar los objetivos durante 12 meses al año tendría que hacerte reflexionar mucho sobre tu forma de liderar el equipo, fijar metas, gestionar el negocio etc. Un equipo que no consigue alcanzar sus objetivos se desmoraliza, pierde fe en el proyecto empresarial y podría decidir dejarlo a sus espaldas.
A este punto, sólo te queda contestar a las siguientes preguntas: “¿He sido capaz de transmitir a mis empleados la idea de que los objetivos del salón, son los objetivos de todos? ¿Estoy construyendo una cultura empresarial dónde todos se sientan importantes?

Un equipo no puede luchar por algo que no entiende; así que, si no tienes claros los objetivos de tu salón, y no los estás transmitiendo a tus colaboradores, tienes que empezar a hacerlo lo antes posible.

Procura aclarar en detalle tus expectativas, y comunica con precisión los números que asegurarán el bienestar de tu empresa, y de todos los que trabajan en ella.

Un negocio sano a nivel financiero, representa una ventaja para todos. En un negocio así, todos resultan ganadores. ¿Estás listo para el cambio?

Cómo tratar a los clientes difíciles en tu salón, o spa

¿Alguna vez te has encontrado en la siguiente situación?

Un cliente afirma que no se siente satisfecho del servicio recibido. El estilista dice al cliente que le ha ofrecido exactamente lo que pedía y no se toma en serio la situación. Defiende su posición, dando en pocas palabras la culpa al cliente.

En fase de checkout el cliente repite su queja, pero en ese caso tampoco se le da demasiada importancia. Frente al desinterés de los empleados, el cliente llega a casa y deja por escrito, probablemente online, la queja frente a todos tus clientes potenciales. Demasiado tarde para reaccionar y muy difícil solucionar el problema.

¿Esta situación te suena?

Las situaciones en las que el cliente no recibe la atención que se merece son bastante comunes en este sector. Justo por esa razón, la retención de clientes alcanza un nivel muy bajo en general.

Sin dudas hay clientes difíciles, pero saber cómo tratar con ellos es un componente fundamental del éxito del salón.

A continuación te dejamos algunos consejos que te ayudarán a ofrecer un mejor servicio al cliente en tu salón, o spa.

1) Asume tus responsabilidades: Asumir la responsabilidad de un problema que puedas encontrar con uno de tus clientes refleja tu cultura empresarial. Cada una de estas situaciones es una oportunidad de demostrar tu seriedad y profesionalidad. Claramente, encontrarás situaciones donde la queja no está justificada, pero ignorarla es una pésima estrategia. Transformar una situación infeliz en una experiencia satisfactoria es la clave del éxito.

2) Crea una clara política de atención al cliente: Cuando uno de tus clientes tiene un problema, y los miembros de tu equipo intentan descargar la responsabilidad sobre sus compañeros de trabajo, o sobre el mismo cliente, tienes un problema. Si has creado una política de atención al cliente clara, es más difícil que se presenten estas situaciones. Tus colaboradores tienen que saber cómo comportarse en cada momento, y si tienen unas reglas precisas a seguir no podrán equivocarse.

Establecer reglas precisas en este sentido es la mejor manera para evitar situaciones conflictivas y dañinas para el negocio. Tómalo en cuenta en cada momento.

3) La insatisfacción de un cliente es una valiosa oportunidad de aprendizaje: En este caso no hay mucho que explicar. El problema que se puede crear con un cliente no es ningún drama, sino una oportunidad para aprender de nuestros errores. ¿De qué se está quejando realmente el cliente? ¿Se le ha dado a la queja la importancia que se merece? ¿Hay una manera para solucionar el problema? ¿Cómo se podría haber gestionado la situación de forma más eficaz?

4) Toma nota de todas las quejas de los clientes: Esta estrategia es la más eficaz para individualizar eventuales problemas de gestión o de servicio en el salón. Apuntando en un documento (o una simple libreta) las quejas, te darás cuenta en breve tiempo si algo está fallando. Si una queja se repite constantemente, ya sabes lo que tienes que hacer.

Si lo consideras oportuno, puedes además crear un informe mensual donde recoges todos los problemas encontrados en el salón. El informe se tendría que entregar a tus colaboradores, para que ellos también tengan una visión general del nivel de calidad del servicio. Esto puede ser suficiente para despertar sus consciencias y empujarlos a mejorar su forma de trabajar.

5) Desarrolla un plan de acción para hacer frente a todos los problemas posibles: Lo último que tienes que hacer es desarrollar un plan de acción preciso para todas las situaciones que puedan surgir. El plan de acción tiene que estar explicado punto por punto, y entendido por todos tus colaboradores. Lo más importante es que comuniques a tu equipo la importancia de seguir el plan al pie de la letra.

Tratar a los clientes difíciles puede parecer una de las cosas más complicadas de este mundo. Sin embargo, las críticas constructivas no son perjudiciales para un negocio, sino todo lo contrario. Empieza a tomarte en serio las quejas de tus clientes, aprende de ellas e intenta mejorar día a día. ¡El momento es ahora!

Los peligros de ser un jefe controlador

“Si quieres que se haga bien, hazlo tú mismo”. Este suele ser el lema de los jefes controladores. ¿Quieres tenerlo todo bajo control? ¿Tienes que dar tu aprobación por cualquier cosa, por pequeña que sea? ¿No permites a nadie aportar ideas, y sólo quieres que se ejecuten las que tienes tú? Si te has reconocido en esta descripción, tenemos una mala noticia para ti: eres un jefe controlador y, tarde o temprano, eso afectará negativamente a tu negocio. En lugar de motivar a tu equipo, es probable que estés creando frustración y que seas un verdadero “vampiro de energías”.

A continuación te dejamos una serie de consejos que te ayudarán a convertirte en un buen líder, y a dejar a tus espaldas los tiempos en los que eras un jefe controlador.

1) Liderar no se traduce en controlar: Un líder es una guía, un mentor cuyo objetivo principal es el de capacitar a su equipo. Guiar a tu equipo significa indicarle el camino, pero luego dejarlo expresarse y participar activamente en el negocio. Una cultura empresarial de este tipo está en constante evolución. Controlar significa limitar, restringir y poner confines donde no hay que haberlos.

2) Controlar obsesivamente es agotador: Controlar cada movimiento de tus colaboradores, ocuparse de aprobar cada decisión, rehacer un trabajo cuyo resultado no te gusta etc. es realmente agotador. Los jefes controladores acaban víctimas de un estrés que afecta negativamente a su negocio. La sola curación es la de crear sistemas de trabajo donde cada uno tenga su parte de responsabilidad. Aunque parezca difícil confiar, es fundamental hacerlo si se quiere progresar.

3) Dejar de intentar arreglarlo todo: Los jefes controladores están convencidos de tener siempre algo que arreglar. Están tan centrados en lo que supuestamente no funciona, que no tienen suficiente energías para potenciar lo que funciona. No hay nada malo en intentar arreglar situaciones que realmente necesitan de tu atención, pero cuando esto se convierte en una costumbre, y siempre hay algo que arreglar, es probable que los problemas los estés creando tú.

4) Confiar o no confiar: No importa lo mucho que se nieguen a admitirlo, pero los jefes controladores tienen problemas de confianza. Si un líder no confía en nadie, nadie confiará en él. En una cultura empresarial de desconfianza, las personas están demasiado ocupadas en “mirar a sus espaldas”. El crecimiento se ralentiza, los problemas y los errores se multiplican. Los jefes controladores necesitan entender el origen de su desconfianza crónica, y ponerle arreglo. Una cultura empresarial donde se respire confianza, es una cultura sana y destinada al éxito.

5) Dejar de hacer el trabajo de todos: La última cosa que tiene que hacer un líder es el trabajo de todos. Su tarea principal es la de crear una visión empresarial y asegurar el bienestar de la empresa. La mejor manera para crear este bienestar es asegurarse que todos los miembros del equipo estén mejorando su rendimiento, que se sientan parte de un proyecto común y que alcancen el éxito. El éxito de una persona es el éxito de todos. Si haces el trabajo de todos, no tendrás tiempo para ocuparte de lo que realmente importa en tu organización. ¿Cómo pretendes que tus empleados mejoren su rendimiento si haces su trabajo?

Los jefes controladores limitan las oportunidades para su equipo y para ellos mismos. Si piensas ser un jefe controlador, siempre estás a tiempo para cambiar. Convertirse en un líder eficiente sólo tiene ventajas. ¿A qué estás esperando?

Cómo alcanzar la excelencia en tu salón de belleza, o spa

¿Quieres alcanzar la excelencia en tu salón de belleza, o spa? Antes de todo necesitas definir qué significa “excelencia” para ti, y en qué consiste.

Todos tenemos una percepción diferente de la excelencia. No hay dudas que algunas personas se conformen con menos resultados que otras, así que, antes de todo, tienes que tener una idea realística de lo que puedes esperarte de tu salón, y de los resultados que has obtenido hasta este momento.

Si consideras que haya una diferencia muy grande entre los resultados reales y tus expectativas, ha llegado la hora de actuar. Pero, ¿qué hay que hacer realmente para mejorar? ¿Cómo puedes darte cuenta si te estás acercando a ese nivel de excelencia que tienes en tu mente? Vamos a verlo a continuación.

1) Piensa en grande…muy en grande: Alcanzar la excelencia tiene que representar un desafío. No importa lo bien que lo estés haciendo en este momento. Aunque pienses que tu salón haya alcanzado el máximo nivel de calidad y resultados que pueda permitirse, siempre es posible ir más allá y mejorar. El truco está en establecer objetivos realísticos, pero ambiciosos. ¡Piensa en grande!

2) Alcanzar la excelencia no va a ser pan comido: El camino a la excelencia está lleno de obstáculos y desafíos. Para llegar a la meta se necesita salir de la zona de confort, cambiar el sistema de trabajo, poner en dudas todas las decisiones tomadas hasta este momento. Si en calidad de líder eres capaz de compartir tu visión de excelencia, tu equipo te seguirá y trabajará para llegar exactamente dónde tú quieres.

3) La excelencia bajo todos los aspectos: La mejor manera de alcanzar la excelencia en general es la de cuidar todos los aspectos de tu negocio. Atención al cliente extraordinaria en fase de “check in” y “check out”. Atención telefónica impecable. Calidad del servicio extraordinaria. Comunicación eficaz. Gestión excelente. Todos, y cada uno de estos elementos contribuye al nivel de excelencia que llegarás a alcanzar. Recuerda que “la excelencia” tiene que ver con todo, y todos.

4) La importancia de un único sistema de trabajo eficaz: Un sistema de trabajo eficaz es importante si se quiere mejorar los resultados de un negocio. Sin embargo, en un salón de belleza es más complicado mantenerlo bajo control. Cada uno de los empleados del salón puede tener una idea diferente sobre cómo es mejor hablar con el cliente, ofrecerle el servicio, etc.

Desafortunadamente, estas diferencias pueden ser perjudiciales para el negocio. Para alcanzar la excelencia es necesario remar todos en la misma dirección. Si cada uno utiliza un sistema de trabajo diferente, el cliente no se sentirá identificado con el salón en general, sino con el estilista que le suele ofrecer el servicio. Si se va el estilista, el cliente le seguirá. Como líder de tu salón tienes que cuidar este aspecto. Crea un sistema de trabajo único que funcione, y transmítelo a tus empleados. A continuación, asegúrate en cada momento que el sistema de trabajo se siga a pie de la letra.

5) La importancia de la práctica: Ser un gran estilista o un masajista experto tiene que ver con la práctica. Cuanto más practiques, mejores resultados conseguirás. Este punto tiene que ver muy de cerca con la excelencia.

Aprender a ser un buen líder también es cuestión de práctica. Aprende de tus errores, mejora cada día en todos los aspectos de la gestión de tu negocio. Nunca se acaba de aprender. Hay propietarios de salones que tienen la presunción de saberlo todo sobre el negocio, de no tener nada nuevo que aprender. Créenos si te decimos que se equivocan.

6) La excelencia no se pretende, se inspira: Aquí es donde tus habilidades como líder se hacen aún más importantes. Si eres el líder de tu negocio, y pasas la mayor parte del tiempo desconectado de tu equipo, no podrás llegar nunca a la excelencia. La excelencia es el resultado de un trabajo constante y en equipo. No puedes pretender la excelencia; la tienes que inspirar.

Sé siempre honesto acerca de los niveles de calidad de tu trabajo y del de tus colaboradores. Fíjate un objetivo en este sentido y trabaja para alcanzarlo. Comunícalo a tu equipo, sé un punto de referencia para tus colaboradores, motiva, inspira y hazlo constantemente. Cuando se trata de alcanzar una meta en términos de calidad, no pueden existir compromisos. ¿Aceptas el desafío?

Trabajar para alcanzar la meta en tu salón, o spa

Si eres propietario de un salón de belleza, o spa, seguramente tienes en mente una meta para tu negocio. Puede tratarse de una meta en términos económicos, o de calidad del servicio. Sea cual sea, lo más importante es que todos los miembros de tu equipo la conozcan y estén esforzándose para alcanzarla.

Muchos propietarios de salones, y spa, pretenden que se trabaje muy duro para alcanzar algo que, ellos mismos, no tienen claro. En el caso lo tengan claro, no son capaces de transmitirlo al equipo; así que, sus colaboradores se sienten perdidos y muy confundidos acerca de las expectativas.

Empieza por preguntar a cada uno de los miembros de tu equipo si saben qué objetivos tiene el salón para el mes que viene. Si no son capaces de contestar con precisión, algo en tu sistema de comunicación está fallando.

La comunicación en tu salón de belleza es un elemento que necesita fluir constantemente. Para crecer, y progresar, todos necesitan tener claro su rol dentro de la organización.
Empezaremos diciéndote lo que tienes que evitar a toda costa si quieres alcanzar tu meta.

a) Una gran presentación a todo el equipo una sola vez al año, seguida de un par de e-mails no es suficiente para que tus colaboradores entiendan su responsabilidad en función del crecimiento del salón. Se trata de mantener la comunicación de forma constante. ¿Piensas poder ganar una guerra explicando el plan de ataque una sola vez?

b) Una pizarra de resultados pegada a la pared no significa nada, a menos que tú no expliques su función. ¿Estás seguro que todos entiendan hasta qué punto están contribuyendo al éxito del negocio?

c) No te olvides nunca de revisar los resultados de cada uno de los miembros de tu equipo de forma constante. Cuando decimos de forma constante, entendemos a diario. Si te olvidas de actualizar esta información, no podrás mantener un estricto control sobre el rendimiento de tus empleados.

d) Reunirse con tus empleados con regularidad es la mejor forma de cuidar la comunicación. Si decides organizar una reunión semanal, mantén el compromiso. No hay nada peor que procrastinar y no ser fiel a tus palabras.

Ahora que sabes lo que tienes que evitar, vamos a ver lo que tienes que hacer para alcanzar la meta en tu salón, o spa.

1) ¿Qué método usarás para medir los resultados?: Antes hemos mencionado una pizarra pegada a la pared, pero hay diferentes métodos que puedes usar para mantener bajo control el rendimiento de tus empleados. Lo importante es elegir un método que sea fácilmente comprensible y con el que todos se sientan cómodos.

2) ¿Quién será el responsable de actualizar la información acerca de los resultados?: ¿Tendrás que hacerlo tú, o puedes asignar la tarea a un miembro del equipo? En este caso también, la elección tendría que tomarse en equipo.

3) ¿Cómo podrán acceder a la información tus empleados?: Si pegas una pizarra a la pared, para tus empleados será más fácil acceder a la información acerca de su nivel de rendimiento. Sin embargo, también un Excel entregado en mano semanalmente podría funcionar. Lo importante es que acceder a la información sea fácil.

4) ¿Cuándo y con qué frecuencia organizarás las reuniones periódicas?: Decidir un día y una hora para tus reuniones periódicas, es la mejor manera para asegurar su eficacia. Estas reuniones tendrían que ser breves y contestar a las siguientes preguntas: ¿A qué nivel estamos? ¿Adónde vamos? ¿Cuándo llegaremos? ¿Cómo llegaremos ahí?

Como ves, el flujo de información es muy importante si quieres alcanzar la meta que te has planteado. Si no estás midiendo el nivel de rendimiento de tus empleados, y no te comunicas con ellos de forma eficaz, ha llegado la hora que empieces a hacerlo. Para alcanzar la meta en tu salón se necesita trabajar en equipo. ¿Aceptas el desafío?