El corazón del dueño de un salón de belleza, o spa

Lo que te empujó a montar tu salón de belleza, o spa, es un sueño. No permitas que ese sueño se desvanezca por ninguna razón.

Si tenía que ver con montar tu propio negocio y crear algo único…

No dejes de soñarlo

Si tenía que ver con liderar un equipo extraordinario y talentoso

No dejes de soñarlo

Si tenía que ver con alcanzar el éxito financiero y tener la libertad de hacer lo que más te gusta

No dejes de soñarlo

Si se trataba de ambición y de un desafío contigo mismo

No dejes de soñarlo

Elegir el camino empresarial en el sector de la belleza, es un reto fascinante y emocionante.

– Montar el salón de tus sueños es emocionante
– Formar tu primer equipo es emocionante
– La alegría de ver a tus jóvenes empleados convertirse en grandes profesionales no tiene comparación

Todo eso se traduce en pasión; la pasión que reside en el corazón del dueño de un salón de belleza, o spa.

Es ese corazón que da vida al negocio, le ofrece un sentido y un propósito. Es el corazón del propietario que mantiene alta la motivación en momentos difíciles, y cuándo ese corazón empieza a perder la fe en sus sueños, el negocio se encuentra en peligro.

A continuación te enseñaremos a través de algunas reflexiones, como el corazón del dueño de un salón represente el corazón de todo el negocio.

1) El corazón del dueño da pasión al trabajo: Sin dudas, tener un sueño en tu corazón es fuente de grande pasión. El trabajo es “menos trabajo” cuando las personas sienten pasión por lo que hacen. Si el sueño reside en el corazón, entonces es él lo que da sentido al proyecto empresarial.

– Si sientes pasión por tu trabajo, transmítela a tu equipo. La pasión es capaz de infundir motivación en los que te rodean.

– Si sientes que la pasión se está desvaneciendo, busca razones para recuperarla. Si tu equipo se da cuenta que tu pasión se ha acabado, es probable que la suya también disminuya, o desaparezca.

2) El corazón del dueño de un salón se compromete a alcanzar grandes metas: Un líder determinado, tenaz y focalizado en sus objetivos hará crecer su empresa.

– El corazón no tiene que sentir miedo, sino centrarse en la meta en todo momento

– Si tienes miedo a las dificultades, tu equipo se hundirá contigo

3) El corazón del dueño de un salón crea un sentido de urgencia: La energía de un equipo reside en su nivel de compromiso con el negocio. Para eso, crear un sentido de urgencia es muy importante. El crecimiento de la empresa es algo que se consigue con esfuerzo, y trabajo. La procrastinación no se puede contemplar en un proyecto empresarial sólido y de éxito.

– Visión, objetivos, resultados y comunicación eficaz son todos elementos que requieren prioridad.

– La conexión del equipo con la meta, y la visión empresarial, infunde energía y las ganas de resultar ganadores.
– Si tu corazón pierde ese sentido de urgencia, lo perderán también tus colaboradores. Es tiempo de volver a sintonizarte con tus sueños y tu capacidad de liderazgo.

4) El corazón del dueño de un salón crea o destruye el trabajo en equipo: Conseguir que tu equipo persiga un objetivo común es un gran reto. Si tus empleados se sienten en competición entre ellos, no se están centrando en la meta del salón en general, sino solo en la suya.

– El corazón tiene que ser honesto e imparcial con todos sus colaboradores. No tienen que existir favoritos.

– El corazón del dueño tiene que inspirar para que cada uno alcance su máximo potencial. Cuando un miembro del equipo pone sus logros por encima del objetivo común, la cultura empresarial vacila.
– Si no existe disciplina y una cultura de trabajo en equipo en el salón, eso se reflejará en el sistema de trabajo y en los resultados.

5) El corazón del dueño de un salón toma decisiones difíciles: No podrás ser un buen líder, y hacer crecer tu empresa, a menos que no seas capaz de tomar decisiones difíciles. Necesitarás despedir a algunas personas, tendrás que recortar gastos e implementar nuevos procesos. En muchos casos lucharas con la resistencia de tus empleados.

– El corazón del dueño de un salón aguanta la presión, y la ansiedad típicas en la toma de decisiones.

– Ese corazón comunica abiertamente el porqué de las decisiones, el cómo y el cuándo. Ser claro con tu equipo disminuye la incomodidad que acompaña el cambio.

Por finir, tu corazón late al ritmo de tu negocio: si te sientes bien, el negocio se sentirá bien; de lo contrario, el negocio sufrirá contigo. Eres el propietario de tu salón, y la responsabilidad recae sobre ti.

Tomate el tiempo para reflexionar sobre el nivel de compromiso actual de tu corazón, con tu proyecto empresarial. ¿Estás sintonizado con tus objetivos o necesitas cambiar algo? ¿Sientes pasión por lo que haces? ¡No permitas que tu sueño se desvanezca!

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